La carretera que conecta con el Puertito de la Cruz, en el municipio de Pájara, se ha convertido en un tema de conversación recurrente —y no precisamente por su belleza natural. Bajo la pregunta popular “¿Asfalto sí o asfalto no?”, vecinos, visitantes y conductores habituales denuncian el preocupante estado de esta vía, que a día de hoy soporta un volumen de tráfico que supera con creces su capacidad y condiciones.
Durante el año, la carretera ya presenta dificultades notables: baches, falta de señalización y escasa seguridad. Pero es en épocas de alta afluencia como Semana Santa cuando la situación se vuelve especialmente crítica. Colas interminables, vehículos atrapados, problemas de acceso para servicios de emergencia y un evidente deterioro del entorno natural, son solo algunas de las consecuencias.
A pesar de que el Puertito de la Cruz se ha consolidado como uno de los enclaves turísticos y de ocio más populares del sur de Fuerteventura, la infraestructura no ha sido adaptada al crecimiento exponencial del tráfico y la afluencia de personas. Mientras tanto, el debate entre conservación y accesibilidad sigue sin resolverse, pero las necesidades de seguridad, sostenibilidad y planificación no pueden seguir esperando.
También se ha dado siempre la opción de cobrar una tasa por acceder al parque natural de Jandía y que ese dinero repercuta en el mantenimiento de dicha vía.
Vecinos y colectivos locales hacen un llamado a las administraciones competentes para que se tome una decisión firme y urgente: o se mejora la vía de manera responsable, o se limita su uso hasta que sea segura y adecuada para todos.
Porque el Puertito no merece una carretera olvidada. Y quienes lo visitan, tampoco.
