Esta decisión se debe a que, según la consulta realizada al Observatorio Marino del Cabildo de Fuerteventura, se prevé que la pequeña concentración de algas secas existente en Puerto Lajas y Playa Blanca desaparezca de forma natural por la acción de las mareas. De esta forma no se vería afectado el ecosistema como consecuencia de la retirada masiva de materia orgánica acompañada de sedimento de las playas.
Asimismo, en el caso de que las mareas arrastren de nuevo ingentes cantidades de algas hasta las playas, generando mal olor y molestias a vecinos y bañistas, se valorará su retirada.