Ha sido una experiencia increíble, afirma Jonathan, una prueba que requiere mucho trabajo, pero la satisfacción de terminarla es inmensa.
Muchísimos kilómetros, muchas anécdotas y sobre todo he aprendido muchas cosas nuevas, y añade el copiloto, sobre todo me quedo con el calor y cariño de toda la afición, en especial la de esos amigos que estaban allí, o de familiares como mi padre, Aníbal, que me estuvo acompañando en todo momento.
También gracias a Juan Carlos por querer contar conmigo para cumplir este sueño juntos, participar en una prueba del WRC, y concluye Jonathan Hernández, ver tu nombre en el historial de un mundial no se ve todo los días, ha valido totalmente la pena y lo repetiría mil veces mas.