En una entrevista sincera y cargada de realismo, Roberto Fernández, veterinario de la Clínica Veterinaria Sur, hace un llamado directo a los propietarios de animales: “La única vía hoy en día es la medicina preventiva. Que cuiden a sus animales, que no esperen al último momento.”

Roberto comparte la preocupación que vive el sector veterinario, especialmente en contextos de urgencia. “Por más que yo quisiera prestar un servicio, muchas veces no podemos, no estamos en situación. La última vez que atendí una urgencia, casi sufro un accidente con un conductor en dirección prohibida en Costa Calma”, relata con firmeza.

El panorama, según cuenta, no es alentador: inseguridad, escasez de personal y una creciente demanda de urgencias que muchas veces escapan a sus posibilidades. “He tenido compañeros que han tenido que enfrentarse a situaciones muy difíciles. El 50% de las urgencias que atendemos, en muchas ocasiones, son perros intoxicados por hachís. Literalmente. Con tipos de propietarios conflictivos, en horarios imposibles y en condiciones precarias.”

Fernández también pone el foco en la seguridad del personal veterinario, especialmente en horarios nocturnos: “Atender una urgencia, una mujer sola en una clínica a las 2 de la mañana, es una situación insostenible.”

A pesar de todo, deja claro que ni él ni sus compañeros están dispuestos a dejar animales abandonados sin ayuda. “En la medida de nuestras posibilidades, situaciones de abandono no se van a dar. Pero tenemos que ser realistas. No podemos luchar contra la falta de personal, leyes que nos atan las manos, y una presión constante.”

Por eso, su mensaje es claro: “Cuiden a sus animales, hagan medicina preventiva, establezcan una relación de confianza con su veterinario. Como debe ser toda relación médico-paciente. Solo así podremos dar soluciones, y las daremos, como siempre.”