Los investigadores de la ULPGC Alberto Javier Ormazábal y Montserrat González Platas participan, junto a especialistas de la Universidad de Zaragoza, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (grupo de investigación iHealthy) y de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario de Canarias (HUC), en un estudio que busca evaluar la eficacia de la técnica de “punción seca” en la mejora de los trastornos de la marcha en enfermos de esclerosis múltiple. Tanto Javier Ormazábal como González Platas están adscritos al Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (iUIBS), si bien el primero ejerce también en la Unidad de Fisioterapia del HUC, y la segunda en la Unidad de Neurología del mismo centro.
Los trastornos o alteraciones de la marcha constituyen una causa relevante de discapacidad y reducción de la calidad de vida entre las personas que padecen esclerosis múltiple. Una marcha normal es un proceso en el que se necesita control sobre los movimientos de los miembros inferiores, buena postura y buen tono muscular para que los estímulos generados en el cerebro impulsen a las neuronas motoras y éstas, a la musculatura involucrada. Cuando esa comunicación se interrumpe, se pierden velocidad, coordinación y sincronización, lo que da pie a un mayor riesgo de caídas.
En este estudio se ha empleado la técnica denominada “punción seca” (la inserción de agujas finas en puntos gatillo miofasciales, comúnmente conocidos como contracturas, en el tejido muscular), dado que ha demostrado resultados positivos en pacientes con accidente cerebrovascular. Los autores llevaron a cabo un ensayo piloto, con 18 participantes, de doble ciego y aleatorizado, con el que evaluaron resultados relacionados con el rendimiento de la marcha, la capacidad autopercibida para caminar, el riesgo de caídas, el nivel de discapacidad y la calidad de vida. Los datos analizados llevan a los autores a señalar que la punción seca tiene un potencial prometedor como herramienta terapéutica para el tratamiento de los trastornos de la marcha en pacientes de esclerosis múltiple. Cabe señalar que hasta la fecha no existían ensayos clínicos aleatorizados para examinar la eficacia de esta técnica en este tipo de enfermos.
Los resultados han sido dados a conocer en la revista especializada Healthcare.