Vecinos y comerciantes de la zona de Jandía, en el municipio de Pájara, han alzado la voz para denunciar una preocupante situación de inseguridad que, aseguran, se agrava día a día. A través de una carta abierta, una vecina ha expresado la impotencia y el miedo que vive la comunidad ante una oleada constante de robos y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.

“Cada día hay robos: en supermercados, perfumerías, tiendas de ropa… Hoy mismo una señora mayor entró temblando a contarnos que le habían robado el móvil”, relata en su testimonio, subrayando que la sensación general ya no es solo de indignación, sino de auténtico temor por la integridad física de quienes viven o trabajan en la zona.

Según su relato, la localidad se siente vigilada constantemente por los presuntos delincuentes, quienes frecuentan los alrededores de los comercios, observando los movimientos de los empleados para detectar momentos de vulnerabilidad. “Los conocemos, les ponemos cara. Están todos los días por arriba y por abajo, mirando si estás sola o hay mucha gente para entrar”, advierte.

Los vecinos aseguran que han presentado denuncias, aportado fotografías y vídeos que identifican a los responsables, pero pese a ello, la situación persiste sin que se tomen medidas contundentes. “Llamamos a la policía, a la Guardia Civil… La última vez nos dijeron que estaban ocupados en Costa Calma y la Guardia Civil ni contestó el teléfono”, denuncian.

Los vecinos y comerciantes no se responsabilizan a los agentes locales, a quienes reconocen su esfuerzo, pero se reclama con urgencia un aumento de efectivos en Morro Jable y Jandía, al considerar que el número actual es claramente insuficiente para hacer frente a la situación.

“Me da mucha pena, pero sobre todo miedo. No sé qué va a tener que pasar para que alguien haga algo. Lo que está claro es que no va a terminar bien si no se actúa pronto”, concluye la vecina.

Los residentes piden una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales y autonómicas, así como una mayor presencia policial en las calles, para devolver la tranquilidad a una zona que, hasta hace poco, se consideraba segura y acogedora tanto para locales como para turistas.